sábado, 6 de diciembre de 2014

Celos


Ceniza en las cubeteras vacías, una cerveza caliente y llena sobre el parlante, el piso pegoteado, también la mesa de vidrio. Ya perdimos todos los encendedores y entonces te parás para prender un cigarrillo en la hornalla, volvés tambaleando, ríendote porque te quemaste el pelo, el Cuqui en el sillón de enfrente apretando con tu amiga. En un rato van a desaparecer y yo te voy a levantar y te voy a llevar de la mano al balcón para quedarnos callados, apoyados sobre la baranda, apenas fruncidos por el sol de las ocho que pega bien, de costadito.

Me decís que no te vas a quedar porque tenés novio y yo pienso que es justo, aunque no entiendo bien cómo hacés para lidiar con esa media culpa. Hace un rato el Cuqui te quiso pasar tu blackberry y te dio en la frente, fue un buen golpe, te quedaste agarrándote la cara un rato y pensé que estabas llorando pero de golpe largaste una carcajada y todos aliviados. Con 22 años estás bien buena, y ahora que se fueron escuchamos Maná abrazados en el sillón, alimentando la farsa. Me estoy quedando dormido sobre tus no tetas cuando algo explota en la cocina, la re putisima madre, me sale, y ya sé que fue una cerveza congelada que, como todos nosotros en algún momento, no pudo aguantar más. El freezer es un quilombo de vidrios y hielo de cerveza. Me ayudás a limpiar y después hacemos mate. Puse una tremenda cantidad de yerba y en cada cebada el mate rebalsa y mancha más el parquet del living. Quiero que te quedes, pero entra en escena tu amiga, parece que algo salió mal allá en mi cuarto con el Cuqui, te dice vamos, vamos ya, por favor, agarrá tus cosas que nos vamos.

Entro al cuarto y el Cuqui está despierto. Hay un forro usado en el piso, le pido consideración y entonces lo agarra y lo tira por la ventana, pero no tengo fuerzas para putearlo. Más tarde, con latas calientes en la mano, hablaremos de recatarse, de empezar de cero.

Linda: con el Cuqui estamos estirando la agonía, ya no nos salen promesas, ni siquiera un te quiero. Pero te quiero, y cuando no me puedo dormir practico en el aire los cuchillazos que le metería a tu novio en el abdomen.