domingo, 25 de mayo de 2014

Brasil 2014 - parte 1

















Periodista: una frase con la que definirías a él...
Virginia Gallardo: Él.

13/12/2013 - Tres semanas después de la muerte de Ricardo Fort


Las mentes  más brillantes de la publicidad no entienden que la mano no va por el patriotismo, el sentimiento argentino, la pasión celeste y blanca, blablablá, y que el mundial no es más que un viaje personal, demasiado personal, una experiencia religiosa pero por sobre todas las cosas individual. Como decía esa canción boluda: cada uno en su cuadrado.

Hagan la prueba, salgan a preguntar a la gente por sus recuerdos mundiales y todos dirán algo distinto. Yo: llego a lo de mis tíos después de almorzar y mi primo Juan, hoy cura, está llorando en el living a oscuras. Unas horas antes nos quedábamos afuera con Holanda.

El Bambino Veira le pega a un león de papel maché. Alemania 2006.

La Negra, Tute y yo frente a la TV, a las tres de la mañana. Hay situaciones que bajo ningún concepto volverán a repetirse. La amargura por quedarnos afuera en primera fase pero sobre todo porque en cuatro horas hay que levantarse para ir al colegio. A Tute todo le pega menos que a mí, siempre fui más sensible: uno solo triunfará en la vida. Después lo echan a Caniggia que está en el banco y jugó cero minutos hasta acá. El año 2002 es un año bizarro por donde se lo mire pero el 2003 lo supera porque es el año en que me enamoré midiendo 130 cms, ya les contaré.

El Bebe me dice que quiere conseguir trabajo para junio porque todo el pueblo estará de buen humor y entonces lo van a recibir mejor. Me da envidia que a mí no se me ocurran esas conclusiones.


En el de Sudáfrica estaba con Lucía pero no vimos ningún partido juntos, seguramente estuviésemos cortados para esa época, ahora que pienso, con Lucía siempre fue así, si no estábamos cortados estábamos cortando. Pero sí vimos el gol de Palermo a Perú, en una heladería. Estábamos en Valeria del Mar, con mi familia, y me acuerdo que algunas tardes volvíamos antes de la playa para ganar algunos minutos encerrados en la cabaña de mi hermana.

La vida es un VHC letal que se pasa de corrido y una sola vez. Eso lo aprendí con los mundiales, también.