domingo, 30 de septiembre de 2012

La risa de Perón



Un policía parado en un estacionamiento de Ayacucho: -Disculpa flaco, te hago una preguntita?
-Sí dígame
-El boliche de acá a la vuelta sigue abierto?
 -¿Qué boliche?
-El de acá a la vuelta, sobre Peña
 -Ni idea, oficial
-¿Y cómo está la calle?
 -Tranquila, qué se yo, la gente circula…

Circular me pareció el verbo indicado, al fin y al cabo así les gusta hablar a los policías. Me despidió con la mejor, el oficial. Eso fue lo último del sábado, los créditos de la película del 5 a 1. La Risa gustó y goleó. En la conferencia de prensa el capitán sacó pecho. En Olé Tevé no subieron mi gol pero casi. Así estamos, saliendo del coma cuatro, contentos, conformes, que linda palabrita, estar conforme.

Cuando ganamos voy por la calle y miro las copas de los árboles, mis sábados y mis domingos son la envidia de Claudio María Dominguez. Ayer ganamos con altura, como la vieja Risa, demostrando una superioridad infalible. No jugamos tan bien, eso es lo que más gusta, haber hecho cinco goles sin jugar demasiado, recibiendo las patadas de impotencia con una sonrisa de monaguillo. A veces uno se olvida de que este equipo, alguna vez, tocó el cielo con las manos. Éramos los mejores ¿ya nadie se acuerda? Éramos Kennedy bajándose a Marylin en el Ritz, éramos todo.

Cuando ganamos vuelvo a mi casa y me visto con las mejores ropas, después me echo en un sillón a descansar hasta que se hace de noche y pasan TVR y entonces me vuelvo peronista, eso me genera la Risa, amor a Perón. A la Risa de José la castraron y ahora pasó a llamarse La Risa, a secas. Está bien, qué sé yo. A todo esto, José jugó un buen partido…también lo hizo Marcos Crotto, figura con un gol y dos asistencias. Y Juanchi, y Chicho, y el seis, Peu.

Ayer se lesionó Pipe, una lástima porque venía jugando bien. Se lo llevaron al hospital Austral en el entretiempo, esperemos que no haya sido nada. Un auto cruzó por la mitad de la cancha y lo fue a buscar al banco de suplentes porque no podía caminar. Eso nos descolocó un poco a todos. Era como un carrito del futuro.