Me acabo de desayunar
la noticia del suicidio de Tony Scott, uno de mis directores preferidos. Para
los que no lo conocen, Scott fue el director de películas letales como Top Gun, Hombre
en llamas o Marea Roja. Su caballito de batalla era Denzel Washington, otro
gigante del cine de acción.
Estoy un poco triste, pero muy poco…triste de una manera casi
imperceptible. Siempre es extraña la reacción ante la muerte de personas que uno admira mucho pero no conoce, ni va a conocer jamás.
Dicen que Tony ni lo dudó, estacionó su camioneta, trepó la
reja de un puente de Los Angeles y se tiró, como si él mismo fuera el
protagonista de una de sus películas de acción…la peor de todas ellas. Me
acuerdo de que en el GTA, un videojuego que te enviciaba, te podías morir todas
las veces que quisieras. Cuando palmabas aparecías en la escena siguiente
saliendo del hospital como nuevo, bajo un sol radiante. Pero en este mundo
amarrete tenés una vida sola, y es por eso que esta noticia es una mierda, una
de las peores del año.
Ahora también me acuerdo de que en Hombre en Llamas aparecía
bastante el fantasma del suicidio. Incluso en una escena Denzel Washington
trata de pegarse un tiro pero se le traba el revólver. Denzel lo toma como un
mensaje y entonces decide vivir el resto de su vida a pleno, jugársela el todo
por el todo.
Sus últimas películas decayeron bastante. Vi Unstoppable y
el remake de Asalto al Tren Pelham, dos películas con mucho efecto visual,
mucho laburo de producción, pero con un director ya cansado, sin ganas de
pensar demasiado. En Unstoppable se descarrila un tren, en Asalto al Tren Pelham
creo que pasa lo mismo pero con un subte. Se ve que Scott puso el piloto automático, su cabeza ya estaba en otra parte, lejos del cine. Pero Denzel lo
bancó hasta el final, como un buen amigo debe hacerlo, y fue el protagonista
principal en las dos.
Hace un rato estábamos viendo un documental con el Bebé y
con Chicho. Sobre el final, un tipo decía que hay que vivir la vida como un
guión, pero no un guión de cine, sino el guión como signo ortográfico.
Explicaba después: en tu lápida va a haber dos fechas, la de tu nacimiento y la
de tu muerte…el guión que hay en el medio, esa rayita insignificante, eso es tu
vida, y una vez muerto tenés que poder estar orgulloso de ese guión. Me pareció
que estaba bueno lo que decía el tipo.
Ahora pienso en esa rayita y pienso en Tony. Creo que el viejo, con sus sesenta y pico de años, la vivió a full. De todas maneras, ayer a la noche no lo dudó ni un segundo y se mandó el Salto de la Muerte. Te zarpaste, Tony, pero te vamos a extrañar.