domingo, 5 de agosto de 2012

Reunión

La veo cruzar el arco
que une el escritorio al comedor,
ella perdida colgada
dando pasos aburridos
se apoya en un sillón,
los codos en punta sobre el respaldo,
ella perdida algo cansada
mira hacia el balcón
las luces de las antenas que encandilan
y entonces frunce la mirada
y yo en un mar de ceniza pienso:
ella está en mi casa y no lo sabe.