jueves, 22 de marzo de 2012

Los sobrevivientes


Este Gonchi es un pelotudo, se queja Peu mientras acomoda las brasas. ¡Puso el carbón abajo y el diario arriba! mirá que hay que ser boludo eh, sigue puteando. El quincho luce igual que la primera vez que nos juntamos, nosotros no. Basta con echarle un vistazo a Peu, en cuero, gordo, algo borracho, con la barba desprolija y saliendo de una depresión de mil años. Al lado, dando una mano, está Iván. Miralo, está consumido, toma fernet sin hielo pero ni siquiera le importa. ¿Vamos a hablar del equipo o no? pregunta Gorga, el flamante capitán, pero nadie le presta demasiada atención. Cada uno en la suya, mirando la pantalla de un celular o hablando de la película pirata que vio ayer. Yo prendo un cigarrillo y ya me imagino que el sábado no voy a poder correr ni el bondi. También está Benja, y ahí pará de contar. Hay un muchacho nuevo que es simpático, habla como si estuviera contando un eterno chiste y suena muy gracioso. Marcos. Nadie sabe como vino a parar a este rejunte, pero ahí está, Peu le alcanza un choripan y se sienta en la mesa como uno más.

Como en la guerra, casi todos fueron quedando en el camino. Nosotros vendríamos a ser esos veteranos sin una pierna que piden una moneda en el tren. Hay que aguantar los trapos; un perro hincha las bolas por debajo de la mesa y un pedazo de lomo se cocina lentamente sobre la parrilla. Hay que aguantar como nunca, che, no queda otra, ya nada queda de los cantitos de cancha mientras golpeábamos la mesa y las sillas, esa euforia de la amistad pulenta. Ahora el quincho nos queda grande y de fondo suena bajita una canción en inglés.

Éste sábado tenemos una final, al igual que todos los sábados. El asado se termina y nos despedimos con algunos abrazos. Iván me lleva de vuelta a casa, creo que tomé bastante vino. Volamos por la Panamericana, atrás queda el aeropuerto, la cancha de River, las gigantografías. Seguir, seguir, tirarse a los pies, hacer el relevo cuando el cuatro se mandó al ataque y, de vez en cuando, tirar una linda pared con los de arriba.