sábado, 9 de marzo de 2019

¿Quién es ese hombre de rosa?


Sábado de lluvia en Uriarte, entrenando mi aceptación de la realidad. Eso hablábamos con J. ayer. También de la dificultad para devolver sentimientos nobles al mundo. Aunque ahora pienso ¿Qué más da? Sábado nublado, húmedo, trillado, en mi casa. Un capítulo de los Simpsons detrás de otro. El caos, mudo en los portales. Natacha Jaitt muere de sobredosis, Venezuela al borde de una guerra civil.

Últimamente pienso bastante en la noticia que me dieron hace unos días. Mi mejor amigo de la adolescencia resbaló borracho de un techo en MDQ y casi cae tres pisos abajo. Lo salvaron justo los pibes con los que andaba. Al día siguiente nadie le dirigió mucho la palabra, porque no es la primera vez que lo hace. Mi amigo, perseguido, cortado en varios lugares, se ofreció a cocinar esa noche. Ayer hablábamos de eso también, con J, de lo que aguantan los seres queridos.

Hace varios años, unas semanas después de la muerte de su madre, mi amigo, sentado a oscuras en el living de lo de mis viejos, me dijo: –Ya cerré la persiana yo, Tin–. Y yo entendí que hablaba de dar vuelta la página, algo así.