sábado, 21 de julio de 2012

Quince seis



 "Mirame, pero mirame loco, mirame...yo soy Agustín...yo soy el que te pedía la bola, por la banda izquierda...mirame, no te olvides: Agustín...algún día vamos a comer juntos, tu novia es buena piba...dame tu número, o anotá el mío, quince seis..."

Algo me trajo hasta acá, algo me hizo pagar cincuenta mangos para meterme en este antro. La Risa camina como un pájaro viejo y cansado, a punto de morir, y lo peor es que a nadie le importa, la gente baila y saluda y pide entrar al VIP, y a nadie le importa. El barco se hunde, algunos, casi todos, se avivan y se suben a los botes, y yo con el último aliento lo busco a Iván en la cabina y me lo encuentro meneando la cabeza, nos hundimos Chule, de nada sirve el álbum de fotos, largá eso, che, nos hundimos...nos hundimos.  El tres me acaba de decir que abandona. Lo mismo el arquero. El tres me dice que le cuesta pero que era inevitable, cumplió un ciclo el tres, eso me dice, cumplí un ciclo master, y yo le digo que soy Agustín, el de la banda izquierda, y que vos me caes once puntos, tres, no te vayas, tres, no nos dejes ahora, pero ya es tarde. Hace frío, tal vez esté borracho...sobran los abrazos. El arquero me dice que lo llamaron de otro equipo, todo es tan difícil, tan irreversible.

Me convertí en un ateo. Manu entabla conversaciones en la fila del supermercado. Con la de atrás, con el de adelante, luego con la cajera y con el cajero vecino. Yo pienso: tan distintos, Manu y yo, si tan solo pudiéramos pagar y huir del Carrefour. Pero decía, me convertí al ateísmo, ya nada me esperanza, no hay con qué plantársele a la resignación.

- Nos quedamos sin arquero y sin el tres ¿sabías de eso? Llamame mañana gordo, tenemos que rearmar el equipo
- Todo está por verse
- No gordo, ya está. El arquero se va a otro equipo, el tres deja, La Risa va a morir...
- Que me lo digan en persona
- ¿Qué sos, el Padrino? Boludo, acabo de estar con los dos, se fueron. Hay que armar un nuevo equipo, hay que conseguir arquero.
- Esto se veía venir...

Esto se veía venir, Gordo. Acabo de entrar a mi casa y me hubiera gustado contarte el desastre, bolsas y manchas y botellas vacías por los rincones. Quisiera contarte y no puedo, también, mi sueño de anoche, ese beso con una mujer a quien nunca había visto, y la hermana a su lado, sentada, diciéndole no lo beses, está encariado, no ves, tiene todo encariado...y sí, no solo eso, flaca, si vieras el tamaño de las cucarachas que me devoran la cocina.

Camino por Salguero hasta Libertador, encapuchado, refugiado, frenando taxis y colectivos que no frenan. Camino. La Risa va a morir. El proyecto. Mi compañero de ruta se va al Norte. A nadie le importa. La gente pide entrar al VIP. Chicho, amigo del alma, hace lo imposible para entrar al VIP, y detrás del vidrio puedo escuchar al tres y al arquero, hijos de puta, hablando de las vacaciones y tomando champagne.