Y acá estamos, más vivos que la mierda. Nos quieren tapar
con diario, nos quieren cerrar el jonca, pero La Risa aguanta los trapos, La
Risa con once muertos que apenas se conocen te aguantan la parada, te cogen con
la pija muerta, o con diez, porque nos echaron uno a los veinte del segundo,
con diez te aguantamos lo que sea, somos grandes, demasiado grandes para
descender, así que pueden seguir esperando.
Luego de este comienzo lumilagresco, paso a describir la
tardenoche del sábado. Todo comienza con once jugadores en ronda haciendo la
señal de la cruz y levantando la vista al cielo. Comandando la banda aparece un cura de civil, camuflado, aunque
todos sabemos que es cura y que Dios le pasa una moneda todos los meses. El
cura es pelirrojo, y eso es un problema porque colisionan la mística con la
mufa, el espíritu con la piedra, haciendo chocar un par de aviones en Oslo,
haciendo tropezar una vieja en las calles de Catalunya culpa de una baldosa
floja, haciendo que La Risa gane su primer partido en el año, un partido clave
para la permanencia.
El curita nos da la bendición y luego todos nos ponemos a
gritar boludeces y a palmearnos. Jugamos contra Naranja Lima, esos traidores (?)
que nos fueron a pedir los puntos luego de un 7-0. Pero eso fue hace mucho
tiempo, ahora necesitamos ganar porque estamos complicados y no hay lugar para
rencores.
El primer tiempo fuimos una murga. Nos metimos atrás y terminamos
sacando dos pelotas en la línea, literal. Todo consistió en puteadas el uno al otro,
que salgamos, que vengamos, que toquemos, en fin. Terminó ese suplicio y nos
fuimos al descanso con el culo tan lleno de preguntas como Caruso viendo a
Quilmes ascender. Y mientras hablábamos de sangre, de garra y sacrificio, yo te
clavo un foul pelotudo al borde del área y te cae el gol de ellos, recién
empezadito el ST. No solo eso, sino que dos jugadas después nos echan a uno por
putear al réferi, un capo este Marianito.
Pero acá viene el momento Risa, porque en la misma jugada
que nos echan a uno, Juanchi (partidazo el Juanchi) hace un lateral rápido y
Gorga la manda a guardar para poner el empate. Corrida hacia la mitad de la
cancha y dale que va, en cinco minutos clavamos dos goles más, dos ráfagas
tremendas, para demostrar que La Risa sabe jugar estos partidos. Y lo cerramos,
tocando mientras el sol bipolar de junio se terminaba de ir dando lugar a la
noche, a la misma noche que nos vio gritar el gol agónico de Moroni, dos años
atrás, que nos mantenía vivos en la categoría, así como ahora.
Las hemos pasado todas, y las
seguiremos sufriendo. Ahora mismo se nos está yendo nuestro capitán y gran
figura; Bonadeo se va a los Estados Unidos a probar suerte por unos años. Acá
quedaremos los históricos, los que vimos nacer al blanco, y también los que
fueron llegando después a dar una mano cuando pudieron, Luquitas, Juanchi, Mariano,
Marcos, etc. Lo que importa es que el
equipo está vivo, y que vamos a dar batalla hasta el final y a cagar a patadas
a los fantasmas que vienen a romper las bolas. Esto es La Risa papá, esssto es
La Risssssa, te lo digo como el Richard, y aguante todo…
Pero ganamos y ergo a la noche
hubo festejo y destapar de botellas. Solo puedo decir que terminé en la cocina del
capitán cantando boludeces sobre los hombros de Prado (partidazo el Chicho).