domingo, 24 de junio de 2012

La Risa 3 - 1 Naranja Lima


Y acá estamos, más vivos que la mierda. Nos quieren tapar con diario, nos quieren cerrar el jonca, pero La Risa aguanta los trapos, La Risa con once muertos que apenas se conocen te aguantan la parada, te cogen con la pija muerta, o con diez, porque nos echaron uno a los veinte del segundo, con diez te aguantamos lo que sea, somos grandes, demasiado grandes para descender, así que pueden seguir esperando.

Luego de este comienzo lumilagresco, paso a describir la tardenoche del sábado. Todo comienza con once jugadores en ronda haciendo la señal de la cruz y levantando la vista al cielo. Comandando la banda  aparece un cura de civil, camuflado, aunque todos sabemos que es cura y que Dios le pasa una moneda todos los meses. El cura es pelirrojo, y eso es un problema porque colisionan la mística con la mufa, el espíritu con la piedra, haciendo chocar un par de aviones en Oslo, haciendo tropezar una vieja en las calles de Catalunya culpa de una baldosa floja, haciendo que La Risa gane su primer partido en el año, un partido clave para la permanencia.

El curita nos da la bendición y luego todos nos ponemos a gritar boludeces y a palmearnos. Jugamos contra Naranja Lima, esos traidores (?) que nos fueron a pedir los puntos luego de un 7-0. Pero eso fue hace mucho tiempo, ahora necesitamos ganar porque estamos complicados y no hay lugar para rencores.

El primer tiempo fuimos una murga. Nos metimos atrás y terminamos sacando dos pelotas en la línea, literal. Todo consistió en puteadas el uno al otro, que salgamos, que vengamos, que toquemos, en fin. Terminó ese suplicio y nos fuimos al descanso con el culo tan lleno de preguntas como Caruso viendo a Quilmes ascender. Y mientras hablábamos de sangre, de garra y sacrificio, yo te clavo un foul pelotudo al borde del área y te cae el gol de ellos, recién empezadito el ST. No solo eso, sino que dos jugadas después nos echan a uno por putear al réferi, un capo este Marianito.

Pero acá viene el momento Risa, porque en la misma jugada que nos echan a uno, Juanchi (partidazo el Juanchi) hace un lateral rápido y Gorga la manda a guardar para poner el empate. Corrida hacia la mitad de la cancha y dale que va, en cinco minutos clavamos dos goles más, dos ráfagas tremendas, para demostrar que La Risa sabe jugar estos partidos. Y lo cerramos, tocando mientras el sol bipolar de junio se terminaba de ir dando lugar a la noche, a la misma noche que nos vio gritar el gol agónico de Moroni, dos años atrás, que nos mantenía vivos en la categoría, así como ahora.

Las hemos pasado todas, y las seguiremos sufriendo. Ahora mismo se nos está yendo nuestro capitán y gran figura; Bonadeo se va a los Estados Unidos a probar suerte por unos años. Acá quedaremos los históricos, los que vimos nacer al blanco, y también los que fueron llegando después a dar una mano cuando pudieron, Luquitas, Juanchi, Mariano, Marcos, etc.  Lo que importa es que el equipo está vivo, y que vamos a dar batalla hasta el final y a cagar a patadas a los fantasmas que vienen a romper las bolas. Esto es La Risa papá, esssto es La Risssssa, te lo digo como el Richard, y aguante todo…

Pero ganamos y ergo a la noche hubo festejo y destapar de botellas. Solo puedo decir que terminé en la cocina del capitán cantando boludeces sobre los hombros de Prado (partidazo el Chicho).