
Jamás una crónica había despertado tantas críticas, y negativas. Quiero decir que me parecieron injustas de la primera a la última, y que en todo caso no las entendí. Vayanse a la mierda.
Roberts, ¡Roberts! me dice que en la crónica lo nombré a la pasada cuando había jugado el mejor partido de su vida. Y también dijo que yo era un chupapijas de Bonadeo y que el blog era una excusa para chuparle la pija a Bonadeo. Así, literal. Tal vez sea mi culpa que Bonadeo esté jugando bien y haciendo goles, perdón.
Hasta Martinez, mi admirador secreto, me dijo que la crónica le había parecido una gran bosta. Repito, vayanse a la mierda. Pensé en dejar de escribir, es más, me puse a escribir poesía, que es casi como dejar de escribir. Pero acá estoy. Hola (?).
Hoy La Risa volvió a ganar. Se puede decir, sin caer en mufanterismos o escalonemias, que estamos en una buena racha. Además, se jugó bien, y eso es lo más importante, porque para el que no lo sabía, este es un equipo menottista (y sino fijense en nuestras últimas campañas).
Y cuando uno está en una buena racha pasan cosas extrañas. Apenas terminó el partido, Silveyra le pidió perdón a Donoso por haberlo puteado en aquella jugada. Miguens fue a saludar al referí y le agradeció por su labor, sin olvidarse de felicitarlo por su impecable actuación. Martinez y Ríos se abrazaron y Martinez le dijo que había sido figura, a lo que Ríos dijo de ninguna manera, la figura fuiste vos. Yo lo agarré a Miatello y lo invité a morfar, y si hubiera pasado otro por ahí lo hubiera invitado también.
El partido no se le presentó fácil a LR. Pasta achicaba espacios y todas nuestras jugadas morían en un Crotto que está en baja. El único refuerzo de La Risa aún no pudo convertir y eso parece tenerlo preocupado. Como si eso fuera poco, promediando el primer tiempo Pasta probó con un absurdo tirito y la bola se le metió entre las piernas (o los brazos, o qué sé yo) al arquero para luego entrar al arco muerta de risa.
Un poco más tarde Bonadeo, ni zoso ni perelerdo, jugó un tiro libre rápido y lo dejó a Martinez mano a mano con el arquero. ¿Como termina la obra? Martinez se la entrega mansita al arquero, obviamente, dirá usted, pero no, a veces la vida nos da sorpresas y Martinez la puso fuerte contra el palo. Empate y entretiempo.
El segundo tiempo fue todo nuestro (?). Pasta se percató de que nada podía hacer ante la furia blanca y empezó a meterse atrás y reventar la bola. Tuvieron una o dos llegadas claras, eso sí, pero por lo visto Weidenfeller, en el entretiempo, encontró sus manos en el fondo del bolso y se las puso bien puestas.
En una de las tantas arremetidas riseras, Bonadeo se mandó su famosa corrida de galgo y definió con soltura, como si no tuviera ganas. Genio Bonadeo, el crack de siempre. Roberts, un partido discreto.
Luego solo quedó tiempo para que la Risa toque y para que Ríos meta un túnel bellísimo, tal vez más lindo que aquel famoso caño del 4. Fue muy lindo en serio, me acuerdo y me dan ganas de besar a Ríos, incluso en la boca.
Silbatazo final y a pensar en el sábado que viene.