lunes, 22 de marzo de 2010

A la manteca



"Había que verlos, gozando en silencio,
Sabios desafortunados de la victoria,
Ladrones del orgullo,
Amantes del cuero besando el verde, y la cal,
y los hilos enredados en hilos que se agitan tres veces como si fueran goles"


Poco que decir de un partido que se perdió del principio al final. Un gol al minuto de juego que, aun sin terminar de liquidarnos, nos puso en una situación de inferioridad que no pudimos superar en todo el partido (algo así como García en sus 12 años de colegio).

Que nadie se gaste en explicar a terceros argumentos tales como "pero no, el primer tiempo jugamo mejor, ellos llegaron dos veces che!", a llorar a la sinagoga. 1 punto de 6 y 150 preguntas sin respuesta:

¿Jugará Moroni, o se irá sin pena ni gloria como tantos otros?
¿Volverá el juncalista Navarro a la titularidad?
¿Correrá sangre en la cuestionada defensa?
¿Volverán las golondrinas a hacer su nido cada otoño en el reloj de las oficinas?

Bonadeo esquiva a los micrófonos y dice que no va a hablar con la boca llena. Mía Tello acusa una depresión cuando le reclaman que pique alguuuna vez a las espaldas de los centrales. Miguens sigue clavandose tres conos de fritas 20 minutos antes del partido. García lo único que se acuerda del fútbol es que la pelota es redonda, e incluso le estan entrando dudas de eso último. El arquero Weidenfeller se las tira de Goyco cuando vamos seis cero abajo. Basaldúa está por vender en Mercado Libre el pulmón que le queda, y Dodds está con unos rollos psicologicos que harían temblar al mismisimo Freud.

Así, no hay zapato que apriete, ni que aguante...