
El 4, tirando una pared con la Virgen...
Que gane Risa, oo-o, que gane Risa oo-o, que gane Risa y todo el año carnaval resonaba en los vestuarios Pilarenses. Alegría furiosa porque la primer victoria del Torneo se nos da recién en la quinta fecha, cosa seria. No solo eso, sino que, justo cuando los violines del fracaso empezaban a sonar, se remontó un 0-2 abajo peludisimo.
Serás lo que debas ser o no serás nada, así, parafraseando al Sanguinario (?) nos motivaba Prado en el minuto 0. Bonadeo, metaconcentrado, Martinez, con la bolsita de suero en el bolsillo, Ríos, pensando en que se alquilaba a la noche, Silveyra y García en el rincón y Miguens decidiendo a cual de sus tres arqueros poner. Ironía al palo, claro, porque el polémico zaguero otra vez vendió humo y los guantes se los terminó calzando ¡Zervino!. De todas maneras, gran partido del 1 (?), sacando un par de bolas importantes con su punga gorrito al que solo le faltaba la declaración Era mi cumpleaños. La cosa es que LR arrancó mostrando un lindo juego, ordenaditos todos y rodeando a Bongo x2 de a poco. Sin embargo, promediando la primera parte, el diablo metió la cola y ahí lo tenés, gol de los rojos, que lo parió. Pero eso no fue todo, porque dos jugadas más tarde al Manteca lo discriminan por momia y tiene que dejar la cancha (a todo esto Miguens explicandole al referí que Beckenbauer había jugado un mundial con yeso, aydiosmio). ¿Algo más? Dale, otro golcito de Bongo para dejar el ánimo de LR hecho una feta de mortadela.
El segundo tiempo fue una cosadeló. Percatado de de que ese 0-2 era más mentiroso que Miguens almorzando una ensaladita, LR salió a jugar el último tramo decidido. Con los huevos como dos mapamundis, descontamos gracias a la efectividad de Bonadeo y empatamos al toque mediante una guapeza de Diego Reimundes, que con ese nombre bien podría ser el 10 del Cruzeiro. El tal Dieginho, gran tipo y mejor jugador aún, llegó al equipo de la mano del empresario Pagani Garpani, el Kia Jorochbian argento. Volviendo al partido, La Risa no pensaba conformarse con un bobo empate, de modo que, aprovechando un tremendo cagadón del portero que ni al mismisimo Abbondanzieri se le hubiera ocurrido, Bonadeo puso el tanteador arriba y ahora a aguantar. Sin sobresaltos y con Prado out por doble amarilla, pitó nuestro (quenosediga) gran amigo de naranja y La Risa se quedó con tres puntos de oro.
Hay que ver realmente para qué está este equipo, pero lo cierto es que el sábado se volvió a jugar bien sumado a que hubo un gran cambio de actitud. Se trata de seguir por este camino, aunque quien te dice que no estemos dando vueltas y vueltas a la manzana como un 130 enloquecido.
En otro orden de cosas, el equipo del Cepillo Maldonado le metió flor de goleada (6!) a Jorgito 1997, una muestra más de que el Apocalipsis está a la vuelta de la esquina.