
Tiempos felices para Bobby...
Ay Ríos. Bastante alejado del fútbol, de su familia, de la gente que lo quiere, el ahora centrodelantero Blanco se dedica a quitar vidas por ahí. Esta vez le tocó a Bobby, un hermoso perro que salía a tomar un poco de aire fresco el sábado a la madrugada, cuando una furiosa H1 acabó con todo lo que se llama vida canina. Dicen que el jugador apenas paró para trapear la parrilla bañada de sangre, dicen que llevaba dibujada una enorme sonrisa, dicen que dicen, pero en fin, Ríos vuelve a demostrar que cuando pierde la cabeza es más peligroso que Miguens abriendo un paraguas en el living.
Pero es no fue lo único que ocurrió en aquella loca noche loca, porque parece que Martinez se vio involucrado en serios incidentes, aunque por ciertas razones (estratégicas?) desde el club no salió mucha información al respecto